viernes, 24 de abril de 2009

EL ESTRÉS DEL ESTUDIANTE ( primer semestre)

¿Que pasa cuando sientes ansiedad, angustia, nerviosismo, molestias en el estómago, en el pecho, en la garganta?En esos momentos estás bajo tu respuesta de stress. Movilizando tu organismo ante la exigencia interna o externa. Se producen una serie de cambios fisiológicos, de pensamientos y emociones.
FACTORES QUE PROMUEVEN EL STRESS El stress se asocia siempre con los cambios que nos afectan. Cuando percibimos los cambios como amenazas, nuestro nivel de stress sube. Los factores más importantes a tener en cuenta son:
1) ACUMULAR EL CANSANCIO. Por la sobrecarga horaria, y/o una vida muy exigida, que no respeta los ritmos noche-día, actividad-reposo.
2) DESCONTROLARSE EN LAS EMOCIONES.
3) SER PESIMISTA. Si no crees que tienes la capacidad de cambiar tu vida para mejorar, estarás más predispuesto a ejercer el papel de víctima. Si en cambio eres una persona optimista que piensa que puede hacer cambios en su vida, no sólo aceptarás las circunstancias difíciles, sino que podrás identificar los problemas e idear planes para resolver los que le crean stress en tu vida.
4) REALIZAR ACTIVIDADES A DISGUSTO.
5) SUFRIR UNA PÉRDIDA IMPORTANTE.
RESPUESTAS CREATIVAS AL STRESS· Evita la acumulación de stressCuando entras en él, trata de percatarte de inmediato y salir, recuperando la iniciativa, la energía, y tomando acciones concretas para aliviarlo, evitando su acumulación.
· Realiza con regularidad ejercicios físicos El ejercicio físico reduce el stress, alivia la tensión. Reduce la ansiedad, la depresión y la hostilidad que surgen con los niveles altos de stress.Al sufrir stress, el organismo produce una hormona potencialmente tóxica, la noradrenalina. El ejercicio ayuda a quemarla. También con el ejercicio se generan endorfinas, que inhiben el dolor, elevan el estado emocional y facilitan la relajación psicofísica.
· Sé optimista Estudios psicológicos confirman que las personas optimistas sufren menos señales físicas que las pesimistas. La predisposición hacia el optimismo o el pesimismo determinará la cantidad de reacción de stress innecesaria que experimentarás a lo largo de tu vida. Si constantemente te encuentras en un estado de alerta por la anticipación de desastres que nunca llegan, tu cuerpo pasa por reacciones de stress de igual manera que si en realidad ocurrieran esos desastres.Por lo tanto: NO TE APRESURES CON LOS JUICIOS Y LAS INTERPRETACIONES. Pregúntate si estás reaccionando a un hecho real o bien a un temor por algo que pudiera suceder. Posterga toda reacción hasta tener la certeza sobre lo que ocurre.Al presentarse un problema, busca soluciones en lugar de quedarte atrapado en conclusiones.Para ser más optimista, AYÚDATE APRENDIENDO DE OTROS. Escucha grabaciones sobre motivación y lee materiales acerca del mismo tema. Se puede aprender a ser optimista. Se puede aprender a desarrollar una actitud más positiva hacia la vida. Si no eres típicamente optimista, estudia lo que enseña la gente que practica el ver la vida desde una perspectiva positiva.
· Practica la relajación El stress pone en acción una serie de respuestas bioquímicas. La relajación física pone en movimiento una serie de respuestas bioquímicas prácticamente opuestas a las que causan el stress.También procura ESCUCHAR CASSETTES O CD CON MÚSICA ESPECIALMENTE COMPUESTA PARA LA RELAJACIÓN, O CON SONIDOS DE LA NATURALEZA.
· Duerme bienAl dormir, el cerebro almacena substancias bioquímicas que ayudan a tratar con el stress. Todos conocemos los efectos de la falta de sueño combinados con una situación estresante.EVITA ACTIVIDADES FISICAS O INTELECTUALES FUERTES ANTES DE IR A DORMIR.
· Evita la presión del relojTómate mas tiempo que el necesario. Asigna más tiempo del pensado para estudiar.Programa, en tus horarios cotidianos, un período de inactividad en el que no se haga nada productivo.Como todos experimentamos ansiedad por el tiempo improductivo (demoras, atascamientos, esperas, etc.), ENCUÉNTrate PREPARADO PARA APROVECHAR ESE TIEMPO EN APRENDER ALGO. Lleva un libro a un lugar donde puede haber demoras. Usa, por ejemplo, el tiempo de viaje para aprender o repasar.Por otro lado, y respecto al tiempo, recuerda que TENER HORARIOS Y RUTINAS CREAN UNA SENSACION DE ORDEN PROPICIA PARA EVITAR EL STRESS.
· No tomes compromisos porque sí.
· No subestimes la importancia de comunicar tus sentimientos con palabras.
· Comparte tus problemas. Un problema que se comparte es un problema que se soluciona.
· Pide un masaje.
· Busca situaciones para reír.
· Reduce la sobrecarga de actividad en tu casa.
· Ayúdate con un complejo vitamínico.
· Mantén contacto con la naturaleza.
· Si tienes ganas, no te reprimas y llora.
· Coloca los problemas en su justa perspectiva.
· Busca el lado positivo a una materia que te desagrada.
· Camina.
El cuerpo también puede distraer cuando las necesidades biológicas no están satisfechas.
Las variables para tener en cuenta, respecto al cuerpo, son éstas:
· Una buena salud general.
· Una alimentación adecuada. Tratar de evitar los tóxicos como tabaco, drogas, alcohol, café, mate en exceso. Hacer un desayuno nutritivo. La digestión tarda un par de horas, pero la absorción intestinal mucho más. Si el desayuno consta solamente de café con leche, pan blanco, manteca y dulces, casi no ingerimos proteínas. La glucemia (tenor de azúcar en sangre) dependerá de la cena anterior. Se recomienda tomar cereales, leche descremada, queso, jugo de naranja, etc. (evitando las grasas que aumentan el colesterol).
· Horarios de sueño apropiados: No es aconsejable el estudio nocturno, con el pretexto de que hay más tranquilidad. Se trastoca tu vida y la de toda la familia. Según el individuo, deberá dormir entre 6 y 9 horas. ¿Sabías que la hora de siesta vale por dos nocturnas? Aunque duermas media hora de siesta, tu fatiga bajará a cero y comenzarás como nuevo/a.
· Falta de “caricias” positivas: La soledad es un poderoso distractor, también. Conviene que intercales acercamientos afectuosos, preferentemente como refuerzos luego de cumplir tus horarios o metas de estudio.

LA MOTIVACIÓN EN EL ESTUDIOY EL APRENDIZAJE ( primer semestre)

El gran filósofo norteamericano Ralph W. Emerson escribió: ‘Ninguna gran empresa se llevó a cabo sin entusiasmo’.
Y no es posible tener entusiasmo si se carece de un motivo.
Motivación y motivo son términos estrechamente ligados. Estas palabras derivan del verbo latino movere, que significa “moverse”, “poner en movimiento”, “estar listo para la acción”. Cuando la meta final es estimada como muy valiosa, y los obstáculos son superables, o cuando posees férrea voluntad, estarás fuertemente motivado. Si las clases de una materia te desagradan, serás no obstante capaz de atender y esforzarte, porque la meta última (recibirte y trabajar de lo que te gusta, con posibilidades de progreso) da sentido a tu situación presente.
Si no tienes motivos para aprender:
· Te preguntarás para qué necesitas estudiar.
· No verás el sentido de lo que haces.
· No tendrás aparentemente ningún interés, necesidad o impulso que te mueva a estudiar.Es indispensable un manejo adecuado de los incentivos.
Habrás de crear motivos que no existen. Ello es posible si te vales de tus necesidades e intereses, que te servirán de “anzuelo” para despertar en forma colateral o derivada el interés por la tarea a realizar.
Las formas de motivación hay autores que consideran que una motivación es intrínseca cuando el individuo hace o aprende algo estimulado, incitado o atraído por la misma actividad. Por ejemplo, aprender a resolver teoremas por el placer o la satisfacción que produce la actividad en sí, indicaría una motivación intrínseca.
En cambio, cuando el estudiante realiza dicha actividad para obtener premios, notas, para aprobar un examen, la motivación es extrínseca.
Para estimular el aprendizaje, despertar el interés, etc., habrá que manejar adecuados incentivos, que podrán ser vistos como objetivos o metas que satisfagan una necesidad real, en cuyo caso la motivación es intrínseca, pues la actividad servirá en sí misma de incentivo para “lanzarse a ella”; o bien incentivos extrínsecos en forma de premios. Nos podemos elogiar, darnos palabras de aliento, etc., para realizar la actividad propuesta, no porque nos proporcione un placer sino, por ejemplo, para no perder la estimación del profesor, de los demás o de uno mismo.
Para que un incentivo sea realmente eficaz, tiene que relacionarse, de una u otra forma, con tus motivos reales. Ningún incentivo será eficaz si no se relaciona, de algún modo, con tus motivos personales.
LA MOTIVACIÓN POSITIVALa motivación positiva está orientada hacia una meta libremente elegida, pero la motivación negativa surge del miedo, la coerción, las presiones psicológicas o físicas, etc.
La segunda, además de que puede resultar perniciosa, jamás puede compararse a la primera. El temor puede producir cambios extraordinarios en períodos cortos, pero la aspiración perdura como fuente continua de aprendizaje y crecimiento.
Porque no hay nada más fuerte y poderoso, para el individuo, que sentir que tiene una misión por cumplir.
LOS TRES ELEMENTOS DE LA MOTIVACIÓN
Toda motivación parece constar de tres factores básicos:
1) El deseo.
2) El poder. Si alguien desea lo imposible, lo que sabe positivamente que es inalcanzable para él, no tendrá una verdadera motivación, intensa y sostenida.
3) El deber. No existe meta a la que uno pueda aspirar a llegar, sin hacer absolutamente nada. El secreto de la motivación estriba en que uno debe poner algo de sí mismo para lograr lo que desea.
Estos tres elementos deben aunarse para alcanzar y sostener la verdadera motivación.